Ritmo, pausas y atención sostenida
Observa respiraciones, miradas y velocidad de paso. Si sientes cansancio, cuenta una microhistoria divertida en sombra o cambia el orden. Un buen ritmo preserva curiosidad y convierte trayectos largos en escenas cinematográficas.
Ritmo, pausas y atención sostenida
Un silencio breve antes de un dato clave crea expectativa. Señala un detalle con la mano y guarda tres segundos. Ese vacío hace que el mensaje caiga con fuerza y permanezca en la memoria colectiva del grupo.